Plisado


Me dormí hoy, me desperté ayer...la lluvia se adosaba sobre el vidrio roto de la ventana. Miles de condiciones se desdibujaban... De repente me pareció oír pasos provenientes del pasillo, me levanté y me arrimé hacia la puerta, solo pude sentir una respiración fría tratando de trasmitir la vehemencia de lo que se aproximaba. Una mujer sin deseos apareció inesperadamente anunciando lo que se acercaría. Las agujas del reloj de pared se detuvieron por el calor de lo que afloraba de cada cuerpo, la transpiración fría era la propietaria de ese momento. Desprotegidos eran quienes deambulaban en la claridad del amanecer. Incógnitas de un verdadero a sombrío flotaban en el aire queriendo penetrar en las venas de cada ser ultrajándose en la objetividad de cada utopía.

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